Betsy Jolas
Biografía

© Foto : Michel Szabo
Toda la obra de Betsy Jolas gira alrededor de la voz, ya sea presente o solamente evocada por los instrumentos. La voz cantada, por supuesto, pero más aún esa voz singular de la “Sprechmelodie” inventada por Schoenberg en su “Pierrot Lunaire”. Pero allí donde Schoenberg había tropezado por la dificultad para el timbre hablado de restituir alturas sonoras precisas, Betsy Jolas resuelve el problema haciendo “hablar” a los instrumentos mismos. Hasta el punto de que si ello estima que es la melodía la que constituye sin duda su aportación más significativa a la música contemporánea, la obra de Betsy Jolas no remite tanto a una “melodía infinita” como a un recitativo infinito que tendería tanto hacia el arioso como a un quasi parlato expresivo. Esta voz busca de este modo encontrarse, pero estilizando las inflexiones de la declamación poética o dramática.
Betsy Jolas nace en París en 1926 de padres de origen americano y de la Lorena. Su madre, la traductora Maria Jolas, había hecho estudios de canto y continuó cantando toda su vida. Su padre, el poeta y periodista Eugène Jolas, fue el fundador y editor de la revista “Transition”, donde figuraron en diez años los nombres más grandes de la literatura, la pintura y la música de entreguerras (en particular James Joyce, cuyo Finnegans Wake fue publicado por entregas con el título “Work in Progress”).
Tras establecerse con su familia en Estados Unidos en 1940, termina su escolaridad en el Liceo Francés de Nueva York antes de iniciar en 1945 estudios en el Bennington College, donde alcanza el diploma de Bachelor of Arts al año siguiente. Paralelamente, canta en los coros Dessof donde ejerce igualmente de acompañante al órgano y al piano, descubriendo así el repertorio polifónico del Renacimiento que la marcará profundamente. De vuelta a París en 1946, es alumna del Conservatorio Nacional Superior de Música de París, especialmente en la clase de Darius Milhaud para composición y la de Olivier Messiaen para análisis. Una vez acabados sus estudios, trabaja para la ORTF hasta 1971 antes de reemplazar a Olivier Messiaen en el Conservatorio de París, donde será nombrada profesora de análisis en 1975 y de composición en 1978. Ha enseñado también en Estados Unidos, en concreto en las universidades de Yale, Harvard, Berkeley, Los Angeles y San Diego, así como en Mills College (cátedra Darius Milhaud).
Laureada en el Concurso Internacional de Dirección de Orquesta de Besançon, desde 1953 Betsy Jolas ha obtenido numerosos premios en Francia y en el extranjero (Premio de la fundación Copley de Chicago, de la ORTF, de la American Academy of Arts, de la fundación Koussevitsky, Gran Premio Nacional de la Música, Gran Premio de la Ville de Paris, de la SACEM, y más recientemente el Premio Internacional Maurice Ravel y el Premio SACEM al mejor estreno). Miembro de la Academia Americana de Artes y Letras desde 1983, Betsy Jolas ha sido elevada al grado de Comendador de l’Ordre des Arts et des Lettres en 1985; designada “personalidad del año” por Francia en 1992; ha sido también elegida en 1995 miembro de la Academia Americana de Artes y Ciencias (fundada en 1780). En 1997, ha sido nombrada Chevalier de la Legión d’Honneur.
Precozmente confrontada por su medio a las palabras, a su recitado, Betsy Jolas ha temperado, por su apego a la voz y al canto, su participación en la aventura post-weberniana de la postguerra. Ligada en los años sesenta al Domaine Musical de Pierre Boulez, fue más una “compañera de ruta” del serialismo –del que ella nunca hizo suyo el puntillismo sonoro– que una adepta incondicional. Al contrario que otros músicos de su generación, ella nunca ha predicado la “ruptura” con el pasado, ruptura juvenil que ha obligado más tarde a esos mismos músicos a reaprender las lecciones del pasado, si no es que simplemente a cultivarse. Betsy Jolas se reclama, por el contrario, fuertemente ligada a la herencia de los grandes compositores anteriores a nuestro siglo, ya sea Schumann, Mozart o Monteverdi – pero siempre de músicos que hayan concedido una particular importancia a la voz.
Al desdeñar refugiarse en la abstracción, Betsy Jolas no ha repudiado tampoco la idea y la ambición de que la música podía ser simplemente bella, y que por ello no tenía necesidad de dejar de ser interesante. Este rechazo de la indiferencia al resultado sonoro se acompaña de una atención igual proyectada a todas las dimensiones de la música, sin privilegiar nunca exclusivamente una en detrimento de otras: melodía, armonía, timbre. En cuanto al ritmo, es casi siempre fluido, ya se trate del ritmo de la frase o del más amplio del tempo, cuyas fluctuaciones son la transposición en el tiempo de las frecuencias deslizadas, de los “portamentos”, entre las alturas. La forma musical más característica es sin ninguna duda la del ciclo de Lieder, incluso cuando se trate de una obra estrictamente instrumental, como en “Frauenleben”, para viola y orquesta.
Esta idea podría sugerir que la forma en Betsy Jolas es fragmentaria, parcelada. Por el contrario, todas las transiciones enlazan en ella esta misma fluidez, y el pasaje de una sección a otra se hace casi siempre de manera insensible, como por medio de fundidos encadenados cuya técnica retiene la lección dada por el “Wozzeck” de Berg. La ambición del compositor es así la de ofrecer una música “sin costuras, con unas formas siempre reinventadas, mi sueño desde siempre…”.
Por sus cualidades vocales (al revés de la evolución que tiende desde hace varios siglos a imponer a la voz partes concebidas instrumentalmente) y su rechazo de la ruptura, por el cuidado y el acabado de su realización, el arte de Betsy Jolas evita la aporía sobre la que choca tanta música contemporánea, la de la ausencia de comunicación. Mientras que muchos compositores no parecen sentir la presencia del auditor más que como un mal a penas necesario, Betsy Jolas rechaza tal actitud y dirige al público un discurso que se quiere inteligible, sensible y emocionante. Es probablemente esta independencia, esta libertad preservada lo que le ha valido ser hoy uno de los compositores franceses más conocidos y más interpretados en el mundo.
Xavier Hascher

Betsy Jolas obras

Consultar las páginas oficiales de Betsy Jolas
[ www.betsyjolas.com ]
Catálogo autor de Betsy Jolas
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