Jean-Michel Damase
Biografía

Nacido en Burdeos el 27 de enero de 1928, Jean-Michel Damase llegó a la música de manera natural. Su madre, la arpista Micheline Kahn, que había estrenado, entre otras, el “Impromptu” de Fauré e “Introducción y Allegro” de Ravel, lo educa en París. Muestra pronto un talento precoz para la música.
A los cinco años aborda el piano y el solfeo en el colegio Samuel Rousseau. A los nueve años firma su primera partitura poniendo música a poemas de Colette que acababa de encontrar en un salón parisino. En 1939, bajo el título Niños prodigio y niños prodigiosos, la escritora publica en Paris-Soir líneas de elogio sobre su joven protegido de once años.
Marguerite Long se fija en él y lo hace tocar en público en el Pabellón de la Infancia de la Exposición Universal de 1937, y se convierte a los doce años en alumno de Alfred Cortot en la École Normale de Músique de París. Damase entra en el Conservatorio de París en la clase de Armand Ferté y obtiene su Primer Premio de piano por unanimidad en 1943. Dos años más tarde, es admitido en la clase de composición de Henri Busser y estudia armonía y contrapunto con Marcel Dupré.
A los diecinueve años, alcanza el Primer Premio de composición con un “Quinteto” y el Primer Gran Premio de Roma con la cantata “Et la Belle se réveille”. “No tenía ningunas ganas de ir a Roma, comenta él mismo, pero mis compañeros de clase se presentaban y he querido probar. Fue durante mi estancia en Villa Médicis cuando decidí dar impulso a la composición. Continué, no obstante, con el piano únicamente para el repertorio francés, lo que me ha permitido alcanzar el Gran Premio del Disco en 1960 con la primera integral de los “Nocturnos y Barcarolas”, de Fauré”. Aunque voluntariamente limitada, su carrera de pianista se muestra floreciente y, aparte de los recitales, toca como solista con las orquestas Colonne, Nacional de la ORTF y la Sociedad de Conciertos del Conservatorio.
Las obras de la primera madurez de Damase traicionan una facilidad técnica del joven compositor que produce cantidad de música en un estilo atractivo y elegante, reflejo de las enseñanzas del Conservatorio. Admitido muy pronto entre sus pares, Damase es apoyado por Henri Sauguet y Tony Aubin.
Toda su obra muestra un conocimiento íntimo de las capacidades instrumentales, su orquestación es plena y coloreada, pero privilegia la música de cámara, particularmente para instrumentos de viento (“Quatre divertissements” para flauta y piano, “Hommage à Klosé” y “15 études dans le style français”, para clarinete, “Azur”, para saxofón y piano, “Aspects”, para trompa y piano, “Prélude, élégie et final”, para trombón y piano, “Quatuor de flûtes”, “Suite pastorale”, para tres flautas, etc…), los pequeños conjuntos (“Casino et lutherie”, para flauta, arpa y quinteto de cuerda, “Rondo”, “Guitare”, “CavatineW, etc…) y páginas concertantes (un “Concertino” para piano y orquesta de cuerda que le gusta especialmente, una “Rhapsodie”, para flauta y orquesta de cuerda), pero también las partituras con finalidad pedagógica (“Scherzando”, para orquesta junior, “Suite en sol”, para orquesta de cuerda junior, “Cinq petits dialogues”, para marimba y arpa o piano).
Aparte de las formaciones de música de cámara, Damase se vuelca en la música de esencia dramática. Escribe su primer ballet para Roland Petit, “La croqueuse de diamants” (1950), más tarde el marqués de Cuevas, por el que se convierte en director de orquesta, le encarga “Piège de lumière” (1952), que con “Balance à trois” (1955), para Jean Babilee, y “La Boucle” (1957) forman un tríptico coreográfico.
Su encuentro con su vecino Jean Anouilh le incita a girarse hacia el teatro y el arte lírico. “Como apreciaba su teatro, recuerda, terminé por pedirle la autorización para componer una obra lírica extraída de una de sus piezas. “¿Qué es lo que encuentra en ella, me preguntó, no es más que una historia de bulevar… Qué quiere poner como música ahí dentro? ¡A mí no me importa! Comience a trabajar, tóqueme un acto y ya le contestaré si es posible.” Así es como escribí “Colombe” (1956), luego “Euridyce” (1972), “Madame” (1970), que él había adaptado de Louise de Vilmorin, y me confió las música de escena de “La petite Molière” y del “Directeur de l’Opéra”.
Otra obra lírica, “La tendre Éléonore”, ópera bufa escrita a partir de un libreto de Loys Masson, estrenada el 10 de marzo de 1962 en la Ópera de Marsella. Añadamos a este grupo de obras dramáticas los “Once salmos de David”, para barítono solista, coro y orquesta de instrumentos de viento (1985).
Lo que hace a su música inmediatamente accesible, y que el propio Damase sitúa en la tradición francesa, es que se trata de una “música a priori alegre, cantable, pero rica en una cierta nostalgia y de una vaga profundidad.” Cuando se le pregunta por qué permanece fiel a la tonalidad, responde riendo: “¡Soy fiel por naturaleza!”
Bruno Serrou

Jean-Michel Damase obras

Catálogo autor de Jean-Michel Damase
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